COVID-19 desafiado por la educación…
La semana pasada millones de mexiquenses, niños y jóvenes, volvieron a las aulas de nivel básico, medio superior y superior, bajo la advertencia del Semáforo Epidemiológico en color NARANJA, como medida preventiva ante la COVID-19; hecho anunciado y respaldado por el gobernador del Estado de México, Alfredo Del Mazo Maza.
La medida que “venía” como instrucción desde el gobierno federal, que encabeza el presidente, Andrés Manuel López Obrador, generaba división de opiniones, entre quienes rechazaban totalmente la “medida o invitación”, en medio de un crecimiento de muertes y contagios, y otro sector –considerable- que celebraba el regreso y resguardo de la comunidad estudiantil de forma presencial en las instituciones educativas.
Versiones de usuarios de escuelas del sector público, afirmaron que las instrucciones desde las oficinas de directivos iban encaminadas a que de forma “obligatoria” deberían acudir a tomar clases de manera presencial, al menos dos veces a la semana; de lo contrario, perderían todo derecho a las guías y apoyos por parte de docentes de las instituciones, siendo que el pago de cuotas o inscripciones solo les valdría para tener derecho a presentar exámenes; el conocimiento sería obtenido por sus propios medios.
El escenario alterno conlleva a las instituciones de índole particular, en las que la comodidad y opciones fue el factor clave para la retención de matrícula, pues el obtener un servicio de paga en dicho rubro daba la posibilidad de asistir, no hacerlo o acudir en sistema hibrido (unas ocasiones sí, otras no); obviamente, bajo un costo considerable, como cualquier servicio que se paga con recursos personales.
Durante la semana pasada, la esperada y lamentable noticia se generaba en la secundaria #7 del Estado de México, con sede en Toluca, donde la directora general ordenaba la evacuación y suspensión de labores, por un posible contagio detectado en el turno vespertino y que podría generar una propagación en masas; hecho que se veía venir, con todo y las medidas aplicadas.
Las autoridades de salud mexiquenses, han informado la sinergia que han tenido con la Secretaría de Educación, con al menos cuatro protocolos de reacción, según sean los escenarios que se desarrollen durante este inicio de clases presencial; aunque parecen preparados, la pandemia no se ve controlada; la vacunación parece no ser suficiente por las variantes del virus, que aparecen continuamente.
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