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Campañas político electorales en tiempos de COVID-19

Editorial de la semana

El inicio de la actividad proselitista para aspirantes a una curul mexiquense, así como para los 125 Ayuntamientos del Estado de México, arrancó en medio de una peligrosa, pero al mismo tiempo “distante”, forma de hacer campaña con los ciudadanos. 

De forma preliminar, la reforma al Código Electoral aprobada en el año 2017, en la que avalaron que las condiciones para el desarrollo y estructura de las campañas políticas tuvieran nuevas limitantes para procurarse los recursos y que se dieran condiciones más justas, para los contendientes de los diversos institutos políticos, así como a las candidaturas independientes.   

La pandemia por COVID-19, que ha venido a revolucionar toda actividad, también ha marcado una pauta para el desenvolvimiento de la oferta electoral, con un semáforo epidemiológico que se mantiene en color “amarillo” y que prevé la realización de eventos no masivos, con no más de 50 personas, y que -sin duda- difícilmente se han respetado los lineamientos preventivos de salud. 

Lo que se ha considerado como la elección más grande e importante de México, conlleva componentes relacionados también a temas de limitantes; limitaciones en uso de recursos, en movilidad de masas, realización de eventos, visita de grupos sociales, así como una oferta electoral oportuna. Estos factores vendrán acompañados de una elección intermedia, en la que no existe una figura que “atraiga” al electorado de forma natural, como se da en las elecciones generales, donde existe una figura nacional o estatal. 

El reto de los candidatos que ofertan una propuesta política a través de un partido o desde una trinchera independiente, se basa en generar condiciones óptimas, así como una agenda preventiva para el electorado. Hoy el desarrollo de las actividades electorales, se nota sumamente “desoladas”, por las atenuantes antes mencionadas y que podrían llevar a un fracaso en la participación social. 

El principal factor a vencer será el lastimoso “abstencionismo”, que ha mermado en algunas elecciones, y que hoy, ante dichas complejidades, podrían abonar a que los ciudadanos duden en participar, que es vital, para la toma de decisiones, de quienes serán representantes populares en los diversos cargos que se disputarán el próximo 06 de junio.