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Regreso a clases; opiniones divididas

El anuncio de la secretaria de Educación, Delfina Gómez Álvarez, sobre el inminente regreso a clases presenciales ha causado en padres de familia y alumnos opiniones encontradas; por un lado, quienes sí desean el regreso a las aulas, y por el otro – la gran mayoría- quienes rechazan la idea y prefieren seguir con las clases en línea, debido a que la tercera ola de la COVID-19 está afectando más la salud de los jóvenes y niños.
Es verdad, sería mejor el regreso a clases presenciales, pero la realidad es que no existen las condiciones para que éste se dé el próximo 30 de agosto, pues quedan únicamente 15 días para que los distintos niveles de gobierno trabajen y garanticen que todas las escuelas estarán al 100 en infraestructura y servicios para recibir a alumnos y maestros. 
A lo mucho, el tiempo alcanzará para evaluar el estado de las escuelas y reportar las necesidades que tienen, muchas de ellas añejas, como la falta de agua potable, sanitarios, aulas o luz, y otras surgidas por el abandono de los planteles durante esta pandemia, como el robo de mobiliario y equipo.
La Secretaría de Educación Pública (SEP), tiene buenas intenciones, desgraciadamente su protocolo sanitario es insuficiente para garantizar que ningún niño infectado asista a clases o que los alumnos se infecten en el transcurso del ciclo escolar.
En el Estado de México, el gobernador Alfredo Del Mazo Maza, en su claro servilismo al gobierno federal, anunció que se suma al regreso a clases, afortunadamente el secretario de Educación, Gerardo Monroy Serrano, señaló que éste será híbrido, los alumnos podrán tomar clases a distancia o de forma presencial; los padres de familia quienes determinen si envían o no a sus hijos, los que sí están obligados a asistir a las escuelas serán los maestros.
Así los padres de familia tendrán la última palabra y está semana de inscripciones será crucial para que cada escuela defina la modalidad de regreso a clases. Lo único seguro es que la salud de los niños y jóvenes debe estar por encima de cualquier otra cosa.